Ojo Crítico: Unicaja de Málaga

Unicaja de Málaga afronta la temporada 2006 con un nuevo plantel de estrellas en la que pocas caras se conservan, ya que hasta 7 jugadores han abandonado la disciplina del club. El equipo notará el salto de calidad, ya que grandes nombres se marcharon: Herrman, Garbajosa, Nicevic, Santiago... De momento, la primera decepción cayó en la Supercopa, donde TAU Cerámica les arrebató el título.

Comenzamos el análisis:

Los Bases:

Pepe Sánchez, con 29 años y 1'92 metros de altura, respondió el año pasado con un buen fin de temporada, que ayudó a la consecución del título. En la selección de Argentina, cuajó un buen mundial y intentará darlo todo para ser el base titular. Por este puesto deberá competir con Carlos Cabezas, mundialista también con 25 años y 1'86 metros de altura, gran capacidad de penetración y defensa y buen director de juego. El tercer base del equipo será Michael Chilinsky, una de las caras nuevas del equipo, procedente del Astoria, con 6 puntos de media por partido, este joven base buscará hacerse un hueco en la ACB, a pesar de ser el tercer base.

Los Escoltas:

Berni Rodríguez, joven, de 26 años de edad y 1'97 metros de altura, de él se puede decir que es el sexto hombre de Unicaja de Málaga, ya que a pesar de ser suplente, nadie responde como él saliendo del banquillo, con una buena media anotadora que anda en torno a los 10 puntos o más por partido. Junto a él, uno de los hombres referencia del equipo, Marcus Brown, que tras la marcha de las grandes estrellas va a tener que tirar del equipo. Su veteranía y su altura, 1'91 metros, le permiten conseguir grandes anotaciones, siendo el referente para Scariolo. También es capaz de relajar el partido en los momentos que se necesite.

Los Aleros:

Kostas Vasileadis, con 22 años de edad y 2 metros justos de altura, este alero que procede del PAOK, va a ser otro de los que suplan la falta anotadora de otros jugadores, ya que tiene una mano segura, con 14 puntos por partido y buena capacidad en el tiro de 3. Jiri Welsch, de 26 años y 2'01 metros que viene del Bucks, tendrá que luchar contra él para la titularidad, que será muy improbable, ya que su media anotadora estuvo la pasada campaña en 4 puntos. Muy diferente es la situación de Carlos Jiménez, finalizando con su contratación el culebrón Estudiantes-Real Madrid de la pasada campaña, con muy buena anotación, referente mental del equipo y buena defensa, será el que lidere a sus jugadores hasta el triunfo.

En la posición de Ala Pívot...

Florent Pietrus, jugador de 2'01 metros de altura, la temporada pasada fue medianamente buena en el club de Málaga, aunque esta tendrá que mejorar para confirmarse como un gran jugador, aunque es un reboteador muy seguro. Erazem Lorbek viene de la Climamio, con 22 años y una altura superior a los 2 metros, siendo un referente en el tiro de tres, capaz de anotar varios seguidos sin despeinarse. Su acierto es superior al 40 % y la media anotadora está en 9 puntos por partido.

Los pívots...

Iñaki de Miguel viene de Etosa Alicante, en los que son los últimos años de su carrera deportiva. Debajo del tablero la lucha está servida, aunque la tendencia de este jugador es que se carga de faltas fácilmente. A pesar de sus 32 años es un valor seguro en el juego interior. Robert Gulyas puede ser titular, solo por su altura, ya que mide 2'13 metros, una de las torres de la liga ACB. Asegura la anotación ya que mete unos 15 puntos por partido, y captura en torno a 5 rebotes. Procede de Ulker.

Al frente de todo...

Sergio Scariolo afronta una campaña más el reto de llevar a Unicaja a los triunfos, pero este año con dificultades añadidas: la adaptación del equipo, ya que no es fácil conseguir un bloque unido con 7 jugadores nuevos a cada cual de más lejos. Para ayudar a este entrenador veterano y dinámico estarán los ayudantes Aurioles, Sánchez Cañete y Gavrilovic.

En resumen, Unicaja de Málaga tendrá un reto difícil: superar los éxitos de la pasada campaña sin jugadores como Garbajosa, Herrman, Nicevic, Santiago, o Risacher, ya que todos abandonaron Málaga. Scariolo tendrá que adaptar el equipo y hacer un bloque firme que funcione en la cancha.